lunes, 10 de octubre de 2011

Y si no te escucho, grita.

"Hace días que te observo y he contado con los dedos cuántas veces te has reído: una mano me ha valido. Hace días que me fijo, no sé qué guardas ahí dentro, a juzgar por lo que veo nada bueno, nada bueno.
¿De qué tienes miedo? A reír y a llorar luego, a romper el hielo que recubre tu silencio.
Suéltate ya y cuéntame, que aquí estamos para eso...Llora ahora y ríe luego."
Y si quieres más, pues...grita.

Tiempos de rareza e incomodidad vital en los que lo único que pides es una mano tendida. No prometo no tirar del brazo. E incluso del bazo.

3 comentarios:

  1. Comparto contigo tu incomodidad...y mi bazo.
    Primer comentario, me siento bien ahora YOOOOHOOOOOO :)

    ResponderEliminar
  2. Estás siendo importante, brazalmente hablando. Has de saberlo :)

    ResponderEliminar
  3. Me siento GORDA de felicidad, you know.

    ResponderEliminar