sábado, 17 de diciembre de 2011

Pequeña sonrisa de Amelie...



Te encontré. Sin buscarte, sin buscarlo... Te encontré.
Y te guardé en una pequeña cajita en la que conservo mis mejores recuerdos.
Pero al contemplar tu foto me di cuenta de que no eras un recuerdo. Eras una realidad de lo más actual, así que...
Te saqué. De la cajita te saqué. Y ahora campas por el mundo con esas dos piernecitas tuyas de papel satinado.
¿No te das cuenta de que puedes estropearte? Pues claro que no. Cada vez que sorteas los charcos de un salto, me da un vuelco el corazón. El papel se estropea cuando se moja.
Pero, inconsciente de ti, no quieres volver a mi cajita. En esa pequeña fortaleza de recuerdos olvidados estarías a salvo.
Prefieres ser ese muñequito que camina por la orilla de mis venas. A punto de mojarte.
Prefieres ser el motivo que mantiene a mi corazón bombeando sangre una y otra vez. De manera descontrolada.
Prefieres ser ese fotograma vivo (como los de Harry Potter) que me arranca una sonrisa al verlo. Sonrisas fugaces como una saeta de fuego.

                                                                                                               (I. Gala)

"Yo solo busco que me tiemblen las piernas... que seas de esas que nadie recomienda. Yo solo busco que nadie lo entienda, pero cuando esté roto escuchar que merece la pena. Pequeña sonrisa de Amelie, me tienes ganado."


No hay comentarios:

Publicar un comentario